Dejaré
al descubierto, como a partir del día siguiente al operativo Ilegal iniciamos
un proceso de reclamaciones, denuncias, quejas y solicitudes, que, a pesar de
haberse extendido por un exhausto, humillante e infructuoso periodo de casi
seis largos años, de incontables acciones y gestiones legales, políticas y sociales,
no pudimos vencer el estado de impunidad de que gozan los funcionarios en Cuba,
con la complicidad y/o la anuencia de las altas esferas del gobierno; y
respaldaré mis denuncias con documentos oficiales, y evidencia escrita auténtica
que ponen de manifiesto la cronología del caso, con la finalidad de detallar
los acontecimientos en varios artículos posteriores, con el fin de hacer
público este vulgar y grosero proceso que además de habernos causado
incalculables daños económicos y psíquicos, se convirtió en un problema
político que nos obligó al exilio,
dejando atrás hijos queridos, amados nietos, hermanos, sobrinos, tíos, primos,
amigos, y la tierra que nos vio nacer con nuestras costumbres e idiosincrasia; con
la esperanza de que lo puedan conocer todos los amantes de la justicia en mi
país y en el mundo, y a través de su solidaridad sincera, lograr el repudio y
condena a los que engendraron, cometieron y encubrieron tan viles violaciones,
y que podamos más
temprano que tarde regresar a nuestra patria, verdaderamente