El
29 de Agosto del 2000, dirigí una nueva Queja al Sr. Presidente Fidel Castro
Ruz, expresándole que no podía creer que él no pueda interferir en este asunto,
teniendo que ver con las siguientes cuestiones:
PRIMERO:
Con una denuncia formal contra funcionarios y algunos altos dirigentes de
nuestro estado socialista según se expresa en la introducción de mi escrito.
SEGUNDO:
Con la reclamación de los derechos ciudadanos y la violación flagrante de los
mismos que denunciada ante el único órgano que existe en nuestro país para
velar por el restablecimiento de la legalidad, viola los términos establecidos
para dar respuesta y trata de establecer como correcto el actuar ilegal e
incorrecto de dos inspectores de la pesca cuyo análisis no resiste el más
mínimo cuestionamiento de hecho ni de derecho según aparece en la página 2 de mi queja.
TERCERO:
Con la violación del artículo 63 de la Constitución de la República,
y del artículo 52 apartados r) y a) de la Ley de Organización de la
Administración Central del Estado por parte de la asesora legal del Ministro de
la Pesca, en un gesto de prepotencia, desprecio, e irrespeto a la legalidad... como
se narra en la página 6 de mi correspondencia. Delito de prevaricación, que a
pesar de estar asentado con el No.336/99 en la Estación de la PNR de Abreus,
luego de ocho meses y medio, la funcionaria acusada sigue inmune, aún después
de haber ejercitado queja ante la Fiscalía Militar de Boyero y Tulipán en la
Ciudad de la Habana... en cuanto a los trámites de la denuncia según el
artículo 119 apartado 3 de la Ley de Procedimiento Penal.
CUARTO:
Con la absolución ilegal tanto en el
Tribunal Municipal, Provincial y el Ministerio de Justicia de un influyente
funcionario en la Provincia de Cienfuegos, con el evidente fin de encubrirlo
del delito de difamación en clara manipulación de la letra y espíritu de
nuestra Constitución de forma prejuiciada, injusta e ilegal, en relación al
litigio surgido por cuatro libritas de camarones que me fueran ocupadas
ilegalmente hace ya más de tres años, denunciado en la página 9 de mi carta.
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