Continuación...Quinta Parte Entrada 10
Fue difícil para mí darles a mis padres
la noticia que había perdido mi trabajo de profesor; explicarles que fue
resultado de un informe de una investigación, que la Seguridad del Estado
cubano había realizado de mi vida privada; manifestarles que no apelaría la
medida aplicada, porque era responsable de mis actos y de nada me arrepentía. Pero
más difícil fue decirle a mi esposa, ahora con un niño de un mes y diez días de
nacido (9 de septiembre de ese año 1980), que tendríamos que inventar, como
decimos los cubanos, para poder mantenernos. Comencé a vender todo lo
imprescindible, y el 5 de diciembre de ese mismo año comencé a trabajar en la
Empresa Glucosa de Cienfuegos, como Técnico Documentalista y Traductor y 163
pesos de salario. Pero, para colmo, en Marzo de 1981, para mantener dicho
trabajo tuve que laborar permanentemente en la Limpia de caña por dos meses.
En Agosto logré una licencia para participar en los
IV Juegos Nacionales de Trabajadores como
jugador de Ajedrez. Mi economía era
pésima, y lógicamente mis relaciones matrimoniales se debilitaron hasta que el
1ro de abril de 1982 el divorcio llegó. Comencé a salir a fiestas y parrandas
con “amigas”, novias y ligues ocasionales que gracias a Dios me llevaron al
matrimonio con mi actual esposa el 1ro de abril de 1983, coincidiendo con mi
cumpleaños 29.
Continúa...
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