miércoles, 26 de febrero de 2014

Hágase la Luz Sexta Parte Extraordinaria 43

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Alma de secuestrador. Según la "CONTACTO Magazine", en 1956 el dictador Fidel Castro secuestró a su propio hijo, para alejarlo de la custodia de su madre, y poder educarlo a su imagen y semejanza. El pequeño, de sólo 6 años, permaneció secuestrado en México hasta que la madre dio con su paradero y con ayuda de las autoridades mexicanas consiguiera recuperarlo el 8 de diciembre de 1956. El día 2 de ese mismo mes, el dictador había dejado al menor en manos de unos amigos, para emprender otra importante misión de secuestro general. Perdió a su hijo secuestrado; pero triunfó en sus aspiraciones; y logró secuestrar a todo un país; secuestró sus libertades, las iglesias, los medios de comunicación, la democracia, el derecho a un trabajo digno, el desarrollo y el bienestar del pueblo; y retomó finalmente, por consiguiente, la custodia de su hijo; haciendo de él un experto en energía nuclear con la falsa esperanza y desilusión para Fidelito, de que dirigiría la frustrada creación de una planta nuclear en Cuba. Pero la historia tiene sus ironías; y 44 años después, el 29 de junio del 2000, tras un proceso judicial por la custodia de un niño cubano balsero náufrago; y tras una costosa publicitada ola de manifestaciones multitudinarias, entre marchas de cientos de miles de personas y tribunas abiertas en distintas ciudades de Cuba, y el inicio de la finalmente fallida Batalla de Ideas; el niño Elián González se convirtió en un nuevo secuestrado y trofeo ideológico, de la última batalla favorable de Fidel Castro contra el anticastrismo de Miami. Desde entonces Elián ha vivido bajo la tutela de las autoridades de la isla; convertido en un soldado de la decadente revolución castrista; primero como estudiante de la escuela militar Camilo Cienfuegos; y luego como cadete estudiante de Ingeniería industrial, asistiendo como integrante de la delegación cubana al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes,  en Ecuador, en diciembre del 2013. Elián no duda en comparar a Fidel Castro con una divinidad. "Fidel Castro para mí es un padre. No profeso ninguna religión, pero de hacerlo, mi dios sería Fidel Castro", afirma "el balserito cubano". Le echó la culpa de la muerte de su madre a la Ley de Ajuste Cubano, y dijo que Cuba "vivía orgullosa" de su Revolución. Pobre Elián, no sólo no conoció bien a su madre, sino que tampoco le han permitido conocer al verdadero pueblo cubano.
                                                                                                                         Continúa...

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