viernes, 18 de abril de 2014

Hágase la Luz Sexta Parte Extraordinaria 86

Acabo de leer un artículo en el diario digital peru.com que cuenta la siguiente anécdota de García Márquez y Fidel Castro: ...el colombiano pasó un mes en el Hotel Nacional de La Habana a la espera de la llamada del Comandante.(Bendita forma de hacer amigos; no me puedo imaginar cuanto debe haber costado las amistades de Ernest Hemingway y Maradona.) Un día, a las 3 de la tarde, Castro se presentó allí en un jeep y se puso al volante, de manera que García Márquez, acompañado de Gonzalo, pudiese sentarse a su lado. Salieron para el campo y Fidel pasó dos horas hablando de comida. García Márquez recordaría: “Yo le pregunté: ‘Bueno, y usted, ¿cómo sabe tanto de alimentación’”. “‘Chico, cuando tengas la responsabilidad de alimentar un pueblo entero, sabrás de alimentación’”, le respondió. (¿Qué clase de amistad sincera puede forjarse sobre el cinismo y la mentira? García Márquez sería muy buen aprovechado de Fidel y viceversa, pero por el pueblo cubano poco debe haberse preocupado para ignorar su realidad, y perdurar disfrutando de la "amistad" del dictador).

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