Continuación...Sexta Parte Extraordinaria Entrada 102
El
artículo 55 de la Constitución de la República de Cuba, debajo relacionado, es
ficticio. Cualquier similitud con otras Constituciones democráticas y
respetadas en la vida real, es pura casualidad y no intencionada:
Artículo
55: El Estado, que reconoce, respeta y garantiza la libertad de conciencia y de
religión, reconoce, respeta y garantiza a la vez la libertad de cada ciudadano
de cambiar de creencias religiosas o no tener ninguna, y a profesar, dentro del
respeto a la ley, el culto religioso de su preferencia. La ley regula las
relaciones del Estado con las instituciones religiosas.
En los
estatutos del Partido Comunista de Cuba se estipulaba como obligación de los
militantes «luchar contra el oscurantismo religioso», lo que significó, en la
práctica, la no aceptación de los creyentes entre sus filas; rechazándose su
ingreso, en la administración del Estado y en determinadas carreras
universitarias. Las prácticas discriminatorias del nuevo régimen supondrían un
grave perjuicio social para los creyentes y miles de ciudadanos, que se vieron
obligados a ocultar su fe, para no ser víctimas de las represalias gubernamentales.
Y más recientemente, el 3 de mayo de 2014 la Junta directiva de la Alianza Nacional Cristiana
acaba de escribirle una carta al Dictador Raúl Castro, donde se quejan que la
Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central de Partido Comunista de Cuba
nunca ha querido reconocer las verdaderas necesidades y menos contribuir en la
solución de los problemas que padece la Nación en cuanto a asuntos religiosos.
Citando como ejemplo de violación del derechos a la Libertad religiosa, el
boicot al anteproyecto sobre la ley de cultos y asociaciones, entregado en la
Asamblea Nacional del Poder Popular desde el año 2006 para que sea promulgada
la tan necesaria "Ley de Cultos y Asociaciones Religiosas". La
suma de las Iglesias independientes, del Movimiento Apostólico y Ministerios
Evangélicos, exceden de 500 instituciones sin ser reconocidas legalmente. Estas
padecen represiones y limitaciones porque no están al amparo de una ley de
cultos, sin contar los muchos cultos no-cristianos, que desdichadamente están
arrinconados en el olvido y sin un mínimo de consideración. Continúa...
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