Artículo 53: Se reconoce a los ciudadanos libertad de
palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Las
condiciones materiales para su ejercicio están dadas por el hecho de que la
prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son
de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de
propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo
trabajador y del interés de la sociedad. La ley regula el ejercicio de estas
libertades.
Los Castros no pudieron ser más cínicos con la redacción de
este derecho, que tanto en Cuba como en el resto del Mundo todos conocen que es
una inescrupulosa y manipulada mentira. La libertad de palabra y prensa en Cuba
ha sido secuestrada por la dictadura Castrense en función de su único partido
comunista. Nadie puede interesarse en publicar los problemas del pueblo cubano;
y mucho menos pronunciarse a favor de reivindicaciones socio políticas. En la
prensa cubana sólo los supuestos costosos logros de los Castros pueden ser
exaltados y venerados para alimentar el
ego castrista. Nadie puede, sin
ser reprimido, comentar sobre los altos niveles de vida de los dirigentes cubanos
y sus familiares, con sus buenas casas y autos propios; ni criticar los míseros
salarios promedios de los trabajadores de 20 dólares mensuales; o la deprimente
e inestable canasta básica de alimentos, y el exceso de prohibiciones y
restricciones de todo tipo, que hasta hace muy poco Fidel imponía a los cubanos.
Tampoco se puede hablar de las violaciones de los derechos humanos, la ausencia
de libertades fundamentales, la represión política, el éxodo de alrededor del
20% de la población cubana hacia otros países, ante la comprobada imposibilidad
del socialismo de garantizar una vida digna a los ciudadanos. Nadie puede
expresarse, verbalmente o por escrito sobre el manipulado fraude de la Solidaridad
Internacional Castrista, que revela su verdadera esencia hoy en Venezuela; y
mucho menos hablar del férreo secuestro de la información nacional e
internacional, la represión de cualquier forma de la disidencia y oposición;
así como de la instauración de la doble moral como principio básico de convivencia
en la sociedad socialista cubana. Los cubanos todos miramos con ansias y
esperanzas hacia el futuro inmediato, con una internet que garantiza una
verdadera libertad de expresión para todos; contra la que los Castros sólo les
queda obstaculizar infructuosamente, antes de caer abatidos gracias al
desarrollo intelectual y científico del mundo libre y democrático. Continúa...
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