La votación de la maniobra Constitucional del dictador
Fidel Castro que apuntaba a la desestimación del Proyecto Varela y a la perpetuación
del fracasado sistema socialista en Cuba, mediante la manipulación de su
realización como una digna y categórica
respuesta a las exigencias y amenazas del gobierno imperialista de Estados
Unidos, fue aprobada por el 98,97% de los
votos. Según un reportero de la BBC varias
de sus entrevistas posteriores en la isla arrojaron que muchos ciudadanos se habían
sentido presionados a firmar la petición del gobierno. Y eso es un hecho
irrefutable, si tenemos en cuenta que en Cuba existe un solo partido; la censura
total a la información contraria o indeseada por el régimen es infranqueable; y
el sistema totalitario de represión y espionaje hace que los cubanos se
comporten de manera obediente, por confusión, por conveniencia, por apatía, por
comprometimiento, por miedo, por doble moral, o por corrupción. Además, a pesar
que el régimen desvirtuó el Proyecto Varela, ellos no se atrevieron a
publicarlo y darlo a conocer a la población, por lo que ante el desconocimiento
de la propuesta democrática del proyecto, a la hora de someter a votación la
modificación de la Constitución, hicieron creer a muchos, que se protegían de
una posible agresión del imperialismo; y otros sencillamente se inclinaron por interpretar
la farsa. En próximo comentario veremos el evidente punto débil de este Referéndum. Continúa...
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