Continuación...Quinta Parte Entrada 11
A la par con mi trabajo como Documentalista y Traductor de Documentos
Técnicos en la Empresa Glucosa de Cienfuegos, en 1983 cursé y aprobé el 1ro y
el 2do nivel de Idioma Ruso en la Escuela Nocturna de Idiomas “William
Shakespeare” de Cienfuegos. Este mismo año fui electo Secretario General de la
Sección Sindical de Administración, y en el 1984 pasé a ocupar el cargo de
Finanzas en la Sección Sindical de Producción, representando a los trabajadores
en todos sus reclamos y necesidades de justicia. Y ese mismo amor por la
justicia, que me llevó un día a negarme a participar en un acto de repudio, que
prácticamente selló mi expulsión de la Educación Superior; en 1985 me hizo matricular
la Carrera de Derecho en el Instituto Técnico Superior de Cienfuegos en la
modalidad de Cursos por la libre; y en 1986, me impulsó a solicitar mi sustitución
del cargo sindical, por problemas con el Director de la Empresa y el Secretario
del Partido, debido a mi posición a favor de la justicia laboral y el bienestar
de los Trabajadores en general. Como era de esperar, estos problemas llevaron a
la Dirección de la Fábrica, con el visto bueno de su Secretario del Partido, a
la racionalización indebida de mi plaza en Marzo de 1987, pues no podían
tolerar en su fábrica un dirigente sindical justo y legal. Pero la premura de
la represalia tomada hizo que cometieran el error de no coordinar dicha disponibilidad
con el Ministerio de Trabajo, para la correspondiente compensación salarial;
quedando en la calle, sin trabajo, y sin prestación de seguridad social alguna.
Entonces me dediqué a fabricar vinos a escala artesanal y a tirar fotos en
cumpleaños y bodas para poder mantener mi familia con un hijo más de 2 años y
medio; y en mayo de 1987 realicé mi primera reclamación laboral al Consejo de
Trabajo de dicha Fábrica. Su Fallo me favoreció, aunque sin ningún beneficio,
pues la Administración apeló de inmediato; y el 7 de enero de 1988, a 9 meses
después de estar yo sin trabajo ni compensación salarial alguna, fue que comunicaron oficialmente al Ministerio de
Trabajo de mi Municipio Abreus la declaración de mi disponibilidad. Mi situación laboral seguía igual, por lo que continué
con mis reclamaciones y denuncias, hasta que finalmente me tuvieron que pagar el
año que duró el litigio más otro año de disponibilidad debida; mas nunca más me
devolvieron mi plaza, que demostré que legalmente me correspondía.
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