lunes, 6 de enero de 2014

Hágase la Luz Quinta Parte 13

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El 24 de febrero de 1992 inicié un contrato de trabajo como Profesor de Inglés en la Escuela de Hotelería y Turismo con 211 pesos de salario, gracias al favor de una amiga entrañable a quien le estoy eternamente agradecido por su bondad y cariño hacia mí. Luego, el 4 de Junio de 1993 firmé otro contrato de trabajo extra por seis meses como Vinatero en la Industria Alimenticia de Abreus, fabricando Vinos de manera artesanal en mi domicilio para compensar el injusto salario que gana un trabajador en Cuba. Pero en Junio de 1994, en pleno “Periodo especial” me cansé de pasar trabajo para trabajar y nada resolver e hice lo único que un indignado en Cuba puede hacer; pedí la baja en la Escuela de Hotelería y Turismo, y desde entonces decidí no trabajar más por salarios míseros del gobierno. Debo señalar, que en Turismo no perdí mi tiempo, pues estudié y aprobé el primer nivel de Italiano y Francés, y cursé y aprobé un curso de Cantinero Dependiente. A partir de entonces Continúe un tiempo como fotógrafo y el 10 de Julio de 1995 mi esposa y yo abrimos un pequeño Restaurante en nuestra casa que trabajaría hasta el 16 de Diciembre de 1996, en que de forma totalmente ilegal cinco funcionarios, procedentes del D.T.I, la P.N.R, la Oficina de Inspección Pesquera, y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, violaron mi domicilio; practicaron un registro ilegal; y entre varias medidas aplicadas de forma totalmente arbitraria, lo cerraron.
El año nuevo, 1997, no pudo empezar peor, la familia sin trabajo y mi madre había enfermado de gravedad el 6 de enero y fallecido el 16 de marzo unos días después de haber sido operada de un supuesto tumor en el cerebro. Ya yo me encontraba enfrascado en el proceso de reclamaciones y denuncias, que iniciamos al día siguiente al operativo Ilegal, y esto requería fondos económicos, por lo que para el 3 de diciembre de 1997 comencé a arrendar una habitación de mi casa, actividad que duró hasta el 31 de mayo del 2002, en que, defraudado por el estado de impunidad de que gozan los funcionarios en Cuba, con la complicidad y/o la anuencia de las altas esferas del gobierno, me vi obligado a cerrar, luego de un exhausto, humillante e infructuoso periodo de casi seis largos años, de incontables acciones y gestiones legales, políticas y sociales, que igualmente terminaron al haber sido acusado de Desacato por la Fiscalía.
                                                                                                  Continúa...