Continuación...Sexta Parte Extraordinaria Entrada 72
El
ilegítimo Maduro siguió al pie de la letra las orientaciones de los Castros; y
mientras las tropas solidarias de la isla se encargaban de la labor
proselitista a favor del Chavismo dentro del pueblo Venezolano; y el espionaje
cubano se encargaba del trabajo sucio, Maduro utilizaba
todos sus recursos públicos en función de la campaña. Engalanaron las calles
con sus carteles y bombardearon los medios con sus propagandas, utilizando
camiones de organismos públicos para instalar pancartas (incluso ambulancias
con afiches en vez de enfermos en su interior); obligaban a funcionarios a
participar en actos; pagaron campañas con dinero público; y mientras que el chavismo contaba con siete canales públicos para el disfrute de sus
candidatos, ellos enmudecían al resto. Utilizaron los programas
sociales como "proselitismo electoral", violando la ley orgánica de
procesos electorales; y persiguieron a los candidatos opositores; e
inhabilitaron a diputados favoritos en algunas ciudades. Maduro utilizó la figura del
fallecido Hugo Chávez,
durante toda la campaña
electoral; llegando a decir que Chávez se le había aparecido en
forma de "pajarito
chiquitico" y le había dado su bendición para los comicios, comunicándose con silbidos. Maduro eligió la casa natal del fallecido para abrir su campaña
para sugerir que sentía al comandante muy adentro, como un padre para la
patria. Anunciaba: "Yo voy a ser presidente de este país porque él así lo
ordenó y porque nuestro pueblo lo va a ratificar de esta forma porque el pueblo
nunca le falló al presidente Chávez". Como era de esperar, el 14 de abril
del 2013, las estratagemas de los Castros
llevaron a Maduro a la presidencia de Venezuela; pero su falta de
autenticidad y carisma poco convencieron, al haberse impuesto con sólo un 50,61
% de los votos válidos contra 49,12 % del líder opositor Henrique Capriles. Los
primeros en felicitar a Nicolás Maduro fueron Cristina Fernández de Kirchner,
Evo Morales, Rafael Correa, Raúl Castro, y los gobiernos de Rusia y China.
Pero, la falta de visión política de Nicolás Maduro y la injerencia cubana no
pudieron completar un año de gobierno sin chocar con el pueblo de Simón
Bolívar. Hoy el pueblo de Venezuela está en las calles y Maduro está condenado
a la dimisión inexorable. Continúa...