viernes, 9 de mayo de 2014

Hágase la Luz Sexta Parte Extraordinaria 99

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El artículo 54 de la Constitución de la República de Cuba, debajo relacionado, es ficticio. Cualquier similitud con otras Constituciones democráticas y respetadas en la vida real, es pura casualidad y no intencionada:
Artículo 54: Los derechos de reunión, manifestación y asociación son ejercidos por los trabajadores, manuales e intelectuales, los campesinos, las mujeres, los estudiantes y demás sectores del pueblo trabajador, para lo cual disponen de los medios necesarios a tales fines. Las organizaciones de masas y sociales disponen de todas las facilidades para el desenvolvimiento de dichas actividades en las que sus miembros gozan de la más amplia libertad de palabra y opinión, basadas en el derecho irrestricto a la iniciativa y a la crítica.
En Cuba no solo no existe ninguna asociación que exprese una postura crítica de las políticas y prácticas del gobierno y sus dirigentes, sino que además las personas que participan en grupos, reuniones o manifestaciones sin la lógica aprobación del estado son objeto de hostigamiento, discriminación e incluso sanciones penales, en la mayoría de los casos bajo cargos de “peligrosidad predelictiva”; es decir, sin que se haya cometido un delito sino como una medida de seguridad. Es bien conocido por observadores de Derechos Humanos que en los juicios en Cuba los tribunales juzgan a los disidentes con criterios ideológicos y políticos. Las sanciones penales también son impuestas bajo la aplicación de normas penales cuya imprecisión y subjetividad ofrecen amplia discrecionalidad a los agentes del Estado para reprimir todo disentimiento de la política oficial, y la subordinación de los tribunales al Consejo de Estado, encabezado por el Jefe del Estado, representa una dependencia directa del Poder Judicial a las directrices del Poder Ejecutivo. Los repetidos informes preparados a pedido de la CIDH han probado que Cuba es el único país del continente donde de manera categórica se puede decir que no existe libertad de expresión, ni de reunión, o manifestación y asociación.  Continúa...