Los
artículo 56, 60 y 63 de la Constitución de la República de Cuba, debajo
relacionados, son ficticios. Cualquier similitud con otras Constituciones
democráticas y respetadas en la vida real, es pura casualidad y no
intencionada:
Artículo 56: El domicilio es inviolable. Nadie puede penetrar en
el ajeno contra la voluntad del morador, salvo en los casos previstos por la
ley.
Artículo 60: La confiscación de bienes se aplica sólo como
sanción por las autoridades, en los casos y por los procedimientos que
determina la ley.
Artículo 63: Todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas
y peticiones a la autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes
y en plazo adecuado, conforme a la ley.
El 16
de diciembre de 1996, 5 funcionarios del régimen Castrista, violaron mi domicilio y
realizaron un registro ilegal;
encontraron 4 libras de camarones en el refrigerador de la casa, y me expropiaron
dicho bien anteponiendo el Reglamento de la Pesca a la Constitución de la
República, lo cual viola la jerarquía de las normas jurídicas, a la luz de la
cual un Reglamento no puede prevalecer por encima de una ley. Casi inmediatamente, el 30/1/97 denuncié dichas violaciones ante la Fiscalía General de la
República. Luego el 4/5/99 acusé al Capitán de Navío Orlando Díaz Padrón, jefe
de Inspección Pesquera de Cienfuegos por difamación; y el 25/8/99 acusé a la asesora
legal del ministro de la pesca por prevaricación. Esto me llevó a acusar a dos
jueces del Tribunal Municipal y Provincial de Cienfuegos por Prevaricación el 24/4/2000.
Y posteriormente el 25/4/2000, acusé al Mayor Luis A. Coca Valdés, Juez
Militar, igualmente por Prevaricación. Más tarde el 20/8/2000, pedí al Consejo de
Estado la separación de María del Carmen Romero, jefe del departamento de protección
del derecho ciudadano de la Fiscalía General de la República; y el 30/8/2000
presenté queja a la Fiscalía General por obstrucción de Trámites de denuncias. Entonces,
el 29/8/2000 dirigí queja por 2da ocasión al dictador Fidel Castro; y el 25/9/2000
presenté mi 4ta queja al tirano Raúl Castro. Con posterioridad, el 5/11/2000 solicité
formalmente una entrevista con el Fiscal General de la República; y por último,
el 16/11/2001 acusé a Juan Escalona, Fiscal
General de la República, por el frecuente delito en Cuba de prevaricación; y el
25/3/02 presenté queja por el habitual obstrucción del trámite de denuncia
contra el Fiscal General; y después de 6 años de constantes denuncias y quejas,
el 18/5/2002 la Fiscalía General de la República, en total muestra de
prepotencia e irrespeto a la constitución, a las leyes y a los derechos
humanos, me acusó de desacato sin entrevistarme, ni tramitar mi denuncia contra
el Fiscal General. Continúa...