¿Puede
alquien creer que Raúl Castro ignore que su hermano Fidel Castro tenga tres
patrimonios inmobiliarios en la provincia de Pinar del Río: la casa del
Americano (con piscina al aire libre); la granja de la Tranquilidad, en el
paraje "Mil Cumbres"; y el pabellón de caza, "La Deseada",
en una zona pantanosa donde solía cazar patos en invierno? ¿Puede Raúl Castro
negar, que Fidel Castro, aparte de la propiedad de Punto Cero en La Habana,
tiene seis otras residencias; a saber, su primera vivienda en 1959, en Cojímar;
una segunda lujosa casa en la calle 160 del distrito La Piara; una tercera
casa reservada para sus galanteos en el recinto de la Unidad 160; una cuarta
casita en Santa María del Mar, frente al mar y al lado del hotel Trópico en La
Habana del Este; más dos casas provistas de refugios antiaéreos para la familia
Castro en caso de guerra: la casa de Punta Brava (donde Dalia Soto vivió en
1961 antes de convivir con Fidel) y la casa del Gallego, muy cerca de la Unidad
160? La auteridad de los Castros Continuará en próximo comentario...
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