jueves, 5 de marzo de 2015

La Ilegitimidad de Raúl Castro. Séptima Parte.

¿Acaso Raúl no ha sido fiel seguidor de los malogros de su hermano Fidel? Lean esta interesante descripción del ex Gualdespalda Juan Reinaldo Sánchez: "Cuba es la «cosa» de Fidel. Es su dueño y señor, a la ma­nera de un terrateniente del siglo XIX. Todo sucede como si él hubiera transformado y ampliado la hacienda de su pa­dre para hacer de Cuba una única hacienda de once millo­nes de personas. Dispone de la mano de obra nacional a su capricho. Por ejemplo, cuando la Universidad de Medicina forma médicos, no es para que éstos ejerzan libremente su profesión, sino para que se conviertan en «misioneros» en­viados bajo sus órdenes a chabolas de África, Venezuela o Brasil, conforme a la política internacionalista imaginada, decidida e impuesta por el jefe del Estado. Ahora bien, si están de misión en el extranjero, estos buenos samaritanos no perciben más que una parte del salario que debería pa­garles el país de acogida, pues la parte más importante re­vierte al Gobierno cubano, que hace las veces de prestador de servicios. Del mismo modo, los hoteleros extranjeros, franceses, españoles o italianos, que contratan a personal cubano en la isla no retribuyen directamente a sus emplea­dos, como es el caso en cualquier sociedad libre: pagan los salarios al Estado cubano, que factura dicha mano de obra a precio de oro (y en divisas), antes de entregar una ínfima parte a los trabajadores en cuestión (en pesos cubanos, que no valen casi nada). Esta variante moderna de la esclavitud no deja de recordar la relación de dependencia que existía en las plantaciones del siglo XIX respecto del amo todopode­roso. Por lo demás, se halla en absoluta contradicción con los principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los cuales estipulan textualmente que «todo traba­jador tiene derecho a percibir un salario sin la intervención de un intermediario»." ¿Ha cambiado en algo la política del régimen bajo el desgobierno de Raúl Castro?

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