lunes, 2 de marzo de 2015

La Ilegitimidad de Raúl Castro. Cuarta Parte.

¿Puede alguien refutar la falta de moral de Raúl Castro para haber sido propuesto y electo como Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba, habiendo éste permitido y encubierto la ambición desmesurada y ansias de poder de su hermano Fidel, que lo llevó a acumular, en una Cuba empobrecida y con, según él, $900 pesos cubanos de salario, una fortuna inmobiliaria que incluyó en la provincia de Matanzas, dos residencias de verano, situada una en el corazón de Varadero, y otra en La Caleta del Rosario (en la bahía de Cochinos), donde una marina sirve de puerto de amarre para su yate Aquarama II y el resto de su flotilla privada; en la provincia de Ciego de Ávila, otra con acceso al mar en la Isla de Turiguanó, cerca del centro turístico Cayo Coco; en la provincia de Camagüey, la pequeña hacienda de San Cayetano, con una «palestra» para equi­tación, y otra vivienda, llamada Tabayito, oculta en el interior de un complejo que alberga otras viviendas reservadas a los miembros de la nomenclatura; en Holguín otra propiedad llamada Guardalavaca; y dos residencias en Santiago de Cuba: una casa con dos pisos y una bolera en la calle Manduley y otra con piscina en el interior de un complejo perteneciente al Ministerio del Interior? Próximo comentario continuará con "La auteridad de los Castros"...