¿Ha sido Raúl Castro honesto y
transparente al lado de su hermano Fidel? ¿Qué sabe el Pueblo cubano de la "Reserva
del Comandante"? Según Juan Reinaldo Sánchez, ex Guarda
espaldas del Dictador durante más de 17 años, Fidel tiene "la mentalidad de un pirata del
Caribe"; y a la hora de alimentar su reserva, además de su yate Aquarama
II, posee dos barcos de pesca llamados Purrial de Vicana I у II, y sus capturas
eran enviadas a las unidades de congelación del puerto de La Habana y a la
Unidad 160, plataforma logística de su escolta. Las capturas eran vendidas en
el Super Mercado, de la esquina de la Tercera Avenida y la calle 70 de Miramar.
Además, Juan
Reinaldo revela haber visto diamantes
de contrabando de Angola en el despacho de Fidel, enviados por Patricio de la
Guardia y Arnaldo Ochoa, jefes de la misión del MININT y la misión militar
cubana, respectivamente, en ese país africano durante la guerra. Eran diamantes
de pequeño tamaño, guardados en una caja de puros Cohíba, los cuales Chomy,
secretario de Fidel, y Pepín, su edecán, se los iban pasando de mano en mano en
presencia de Fidel, su médico personal, Eugenio Selman, y del propio ex Gualda
espaldas, quien afirma, que para Fidel no constituía un problema trabajar fuera
de la ley, en la informalidad y hasta practicar el contrabando, puesto que las
circunstancias lo exigían y su postura de resistencia ante el embargo estadounidense
lo autorizaba todo. Y asegura que Fidel Castro siempre estuvo al corriente de
todas las actividades ilícitas, e incluso
del tráfico de drogas en los años ochenta, concebidas y llevadas a la práctica
por Patricio de la Guardia y Arnaldo Ochoa, quienes, en el seno del
Departamento MC (Moneda Convertible), se esforzaban por hacer acopio de divisas
sin importarles los medios, con el fin de apoyar a la Revolución. Del mismo
modo, Fidel estaba al corriente de las actividades paralelas del ministro del
Interior José Abrantes, quien ordenaba fabricar falsos tejanos Levi’s en
talleres clandestinos y traficaba con Chivas Regal adulterado para
comercializarlo en el mercado negro de Panamá. Y todo con el propósito de alimentar
la "Reserva del Comandante en Jefe", quien, sin embargo, jura, perjura,
y te pide que lo creas, que sólo ganaba
novecientos pesos al mes. Continúa...