sábado, 7 de marzo de 2015

La Ilegitimidad de Raúl Castro. Octava Parte.

¿No debió Raúl Castro ser separado del cargo de Ministro de Defensa durante el escándalo cubano de Tráfico de Drogas, al ser éste jefe superior del inculpado General Arnaldo Ochoa, si el General José Abrantes, fue degradado, encausado y encarcelado como superior del otro inculpado Coronel Tony La Guardia? ¿Puede alguien creer que Fidel y Raúl, que se han ufanado siempre de tener los mejores Servicios de Espionaje del mundo, desconocieran que varios oficiales cubanos estaban mezclados en el narco­tráfico? Pero, si el General Arnaldo Ochoa, el Capitán Jorge Martínez, el Coronel Tony de La Guardia y el Comandante Amado Padrón fueron condenados a muerte y fusilados; y si los ex ministros Diocles Torralba y José Abrantes fueron conde­nados a 20 años de prisión cada uno; y si otras dieciséis personas fueron condenadas a penas entre 5 y 30 años de prisión, como el comandante Patricio de La Guardia, que recibió la máxima condena carcelaria; y si además, con posterioridad, se llevó a cabo una purga general en el Ministerio del Interior que comprendió otro juicio contra 4 miembros de dicho órgano, la rebaja al rango de Coronel y la expulsión del ejército de 5 Generales, el suicidio de 2 oficiales de alta graduación, el despedido de al menos 300 fun­cionarios, y la destitución de casi todos los dirigentes del MININT en el país; y si el Ministro-Consejero de la Embajada Cubana en Moscú fue expulsado del Ser­vicio Exterior Cubano y del Partido Comunista, mientras que el Primer Secre­tario de dicha Misión huyó a Occidente; y si todo ello sucedió dentro de las filas del Partido Comunista, del cual han sido los hermanos Raúl y Fidel máximos líderes; ¿Cómo puede el pueblo cubano seguir confiando en ese Partido el futuro de Cuba? Si tú opinas que ni los Castros ni el Partido Comunista merecen seguir dirigiendo el destino de Cuba, FIRMA esta Petición de Condena. Pero, si ya la firmaste, comparte el vínculo con tu opinión.