viernes, 7 de agosto de 2015

Desacato contra los que disienten o reclaman derechos en Cuba.

En mayo del 2002, la Fiscalía General decidió jugarse su última carta para callarme de una vez y por todas; entonces me citaron a la Estación de la Policía de mi pueblo natal, Abreus, donde me dieron a conocer que se me había iniciado un Expediente de Fase Preparatoria por Denuncia No. 152-20 por el Delito de Desacato, figura delictiva comúnmente empleada por el régimen, contra los que disienten o reclaman sus derechos. Me instruyeron que desde el año 1997 y hasta la fecha, después de la aplicación en 1996 del Decreto Ley 164 a mi esposa, yo había expresado ofensas e insultos hacia diferentes fiscales, como al Vice Fiscal General Lic. Rafael Pino Bécquer, Jefe de la dirección de ayudantía, y a otros fiscales a los que había llamado corruptos. Igual que a Luis Pablo Ibáñez Silva, Fiscal Jefe Provincial de Cienfuegos al que llamé inmoral; y a la respuesta de Francisco Javier Fernández Guerra, Director de Ayudantía la había calificado como encubridora y su actuación prepotente y cínica; llamándolo mentiroso al igual que al Lic. Rafael Pino Bécquer (actual Vice Fiscal General y Representante de Cuba ante la Comisión de los Derechos Humanos de Las Naciones Unidas).
¿Por qué la Fiscalía General de la República dejó pasar tan largo período de tiempo para acusarme, a pesar de mis constantes emplazamientos en cada nueva queja, y sin ni siquiera haberle dado curso a la Acusación contra el Fiscal General de la República, de noviembre, 2001? Continuará...